¿Trabajas en una oficina? ¿Sales de tu casa muy temprano y regresas casi a la hora de comer? ¿Odias la ropa incómoda? ¿No sabes qué ponerte?
Aquí, diez consejos útiles para poner en práctica a la hora de vestirse para encarar un día laboral.
1) Nunca se olviden el motivo para el cual están eligiendo la ropa: usarla para trabajar. Por lo que, si la idea es hacer negocios, es importante tener en claro la imagen que se quiere dar. Y la clave es “estar presentable”.
2) Gastar en trajes buenos, con buen corte. Pero clásicos, para que duren más de una temporada. El look moderno puedes darlo con los accesorios, las camisas, los zapatos o el peinado.
3) Elegir géneros que no se arruguen mucho. Ante todo, pensar en la practicidad. Si estás todo el día en la oficina, y el material es muy “arrugable”, seguramente llegues a la tarde algo descuidada.
4) El infaltable: un buen traje negro que siempre te salva. Si lo usas con un top abajo, te sirve para una salida directa del trabajo, ya sea un cóctel, cena, o happy hour con la gente que trabaja contigo.
5) Las faldas no deben ser muy cortas. Son incómodas y no dan una imagen muy seria. Además, ya no se usan.
6) Los zapatos son sumamente importantes. Hoy en día, el mercado ofrece gran variedad, y unos buenos pueden darte el detalle. Siempre deben estar limpios, sanos y lustrados. Antes de comprarlos, primero piensa en la comodidad. Si te mueves mucho, no te recomiendo los que son muy altos.
7) Las botas, una buena inversión. Son cómodas en todo sentido, y te protegen del frío.
Las pashminas sirven de abrigo arriba de los trajes. Las de colores vivos te alegran el look. Aprovéchalas.
9) Un último consejo: siempre hay que tener el cabello limpio y cuidado. Si es muy “desordenado o rebelde”, como les pasa a muchas que dicen no dominarlo, te recomiendo atarlo bien tirante. Las manos también deben estar cuidadas: uñas limpias, bien cortadas y pintadas con un color tranquilo.
10) ¡Ah! Y antes de salir, si estás en verano y afuera hace mucho calor, acuérdate de tomar un sweater o un saquito para ponerte encima. El aire acondicionado de las oficinas puede hacer que estés congelada en pleno verano.