Convertidos en piezas fundamentales en la indumentaria femenina, en auténticos fetiches, los zapatos han ido evolucionando a lo largo de la historia y punto de inflexión en la misma fue la creación de los tacones de aguja, a los que el Museo del Traje dedica la exposición “Tacones de aguja. Fascinación y seducción”.
Formada por 78 zapatos, además de por varios tacones sueltos entre los que se encuentra uno de los primeros tacones de aguja fabricado en 1953, la muestra ha sido organizada por el Museo del Calzado de Vigevano (Italia) y llega a Madrid tras su exhibición en la ciudad italiana, en Vaasa (Finlandia) y en Nueva York.
El zapato de tacón de aguja, también conocido como stiletto, nació en 1940 cuando Christian Dior presentó la colección New Look, en la que la silueta de la mujer recuperaba y realzaba sus formas más femeninas y sofisticadas, pero hasta la década de 1950 no fue posible producir tacones lo suficientemente sólidos y resistentes para su comercialización.