Muchas prendas de vestir que usamos hoy día cargan en sus espaldas con una gran historia. Basta revisar la historia de la moda para dar cuenta del largo recorrido de una falda o un pantalón. También con los traje de baño, prenda que ha debido sortear algunos sinsabores a lo largo del tiempo hasta ser aceptado sin ningún tipo de tabú.
La historia del traje de baño comienza cuando una cortesana egipcia llamada Tais uso un taparrabos para darse un chapuzón junto a Alejandro Magno y todo su ejército. Sin dudas, esta egipcia fue una verdadera revolucionaria en tanto ninguno de ellos estaba vestido.
Ya en la época de los griegos y de los romanos se creó lo que sería el germen de los trajes de baño, que por entonces se usaban en las famosas termas situadas en lugares públicos. Si nos remitimos a las fotografías que hacen a la historia de la moda, en el siglo IV ya se pueden ver a algunas jóvenes italianas de familias acomodadas bañándose en una piscina con un calón y banda sostén llamado strophium. En el siglo XVII, Madame de Maintenon consiguió que los parisinos pudieran disfrutar de los gráciles cuerpos de las jóvenes bañistas a orillas del Sena. El traje de baño de las fiestas campestres era una camisa de baño que además servía para cubrir el cuerpo.
Sin embargo, más allá de los avances fue en el siglo XIX cuando nacieron los principios de los trajes de baño que conocemos hoy día. Los femeninos se confeccionaban con el mismo material de las demás prendas de vestir y su parte de arriba muy ajustada, con cuello alto y mangas hasta los codos. Además usaban una falda a las rodillas y pantalones largos debajo además de medias negras e incluso zapatillas de lona. Los hombres usaban un pantalón corto fabricado con telas de tapicería.
El traje de baño de una sola pieza apareció recién en el año 1920, y se trataba de una prenda ceñida, con mangas y falda que llegaba hasta las rodillas. Un gran salto se dio en 1930 cuando surgió el traje de baño de dos piezas, un bañador con espalda y tirantes muy delgados. Y en la época de la Segunda Guerra Mundial finalmente nació el bikini, una prenda que para muchos era demasiado alocada y por eso fue prohibido. Ya en los `60 este traje de baño hacía furor y fue entonces cuando surgió la lycra, una fibra textil mucho más cómoda con la que comenzó a diseñarse esta prenda.
Finalmente, en 1964 el estilista californiano Rudi Genreich inventa el monokini, y en 1974 nace el tanga, un traje de baño originario de Brasil.